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martes, 24 de abril de 2018

ESTRELLA



Estrella tenía el pelo rizado, morena, su piel era blanca con pequeñas pequitas, sobretodo en la nariz, que no la afeaban sino que la hacían graciosa.

Tenía una estatura media para sus diez años.

Era hija única.

Vivía en una casa grande, antigua, de techos altos, con suelos de madera.

Cuando alguien pisaba sonaba clack, clack, más si se trataba de su madre, que siempre usaba tacones altos, esto la avisaba cuando ella se acercaba.

Esto era bueno para ella porque la liberaba de castigos.

Su madre era muy estricta, su padre estaba siempre ausente, era diplomático.

Sus padres se hablaban solo cuando era necesario.

Ella pensaba que no se les ocurría nada, que ya se lo habían dicho todo.

Siempre quiso tener una hermana que la entendiera. En esa familia se encontraba fuera de lugar.

No se daba cuenta de pequeñas cosas que le decía su madre, como sentarse con las piernas suficientemente cerradas como las señoritas. No llevar la contraria las personas mayores aunque ella creyera tener razón. Ni entrometerse en conversaciones ajenas.

Se sentía que quería ser ella misma, no una copia de alguien que conociera.

Su madre le decía que la diferencia es peligrosa, que las mujeres femeninas no tenían tantos pajaritos en la cabeza, que así nunca se casaría.

Ella se encerraba en su habitación a leer cuentos en los que había siempre finales felices y sapos encantados que se convertían en príncipes cuando los besabas.

Estrella quería hacer su propia vida con personajes que ella conociera, ya que nunca había visto un príncipe en su vida.

Soñaba que de mayor encontraría un hombre con el que pudiera hablar y ser ella misma y desde luego que fuera guapo e inteligente y lo encontró; pero después de conocerlo un tiempo se dio cuenta que al final resultó ser un príncipe que era en realidad un sapo cuando lo besabas.

Quiso escapar de la fantasía y entró en ella.

Lloró mucho y se prometió no volver a equivocarse.

Se convirtió en una sombra de sí misma.

Se hizo maestra y una mujer muy independiente y muy segura de si misma, por lo menos de cara a la galería.

De noche, cuando nadie la veía soñaba con ser una mujer femenina, como la que le decía su madre cuando era una niña y así encajaría.

Un día encontró un hombre que no se parecía en nada a su primer novio.

No siempre la escuchaba, a veces no lo entendía pero era lo que parecía y pensó que mejor que su corazón latiera, aunque tuviera peligro de una parada cardíaca y se liberó de sus miedos e intentó no pensar en los príncipes encantados de su niñez.

I.S.G.




LUCÍA Y ROCÍO. EL OTRO LADO.

Lucía está en una encrucijada.

Ama a su compañera de trabajo, Rocío.

Su día empieza cuando se levanta para arreglarse para irse al trabajo.

Allí se encuentra con ella. Las dos son administrativas de una empresa multinacional en Madrid.

Están separadas físicamente por el espacio de dos ordenadores, pues están situadas enfrente una de otra.

Cuando se saludan, a la entrada del trabajo, Lucía siente un vacío en el estomago que no es hambre de alimentos sino el deseo de besar a su compañera. La saluda sonriendo, mirándole los labios intentando que no se note lo que siente.

Rocío parece que no se da cuenta de nada.

Ni siquiera de que Lucía siempre hace por quedarse la última porque Rocío es muy trabajadora y perfeccionista y no se va de la empresa hasta terminar toda la tarea.

Cómo ella no tiene carné de conducir, Rocío por educación más bien la invita a llevarla a su casa, aunque no le coje de camino. Lucía le da las gracias a la suerte, aunque está todo planeado.

Ambas son solteras treintañeras.

Lucía es guapa y alta, nada andrógina, sino muy femenina, utiliza habitualmente faldas, vestidos y tacones.

Ha estado alguna vez con un hombre pero se dio cuenta que no era lo suyo y aunque le da miedo salir del armario tampoco quiere taparse con un novio. La gente cree que es muy exigente con los hombres.

Es duro para ella tener que fingir, y callar algo que ella piensa que no ha elegido, solo puede ocultarlo pero nada más o tener el valor que aún le falta de gritarlo al mundo y esperar la reacción.

Rocío por su parte, es más baja que lucía y suele llevar el pelo recogido y vaqueros. Ha tenido algunos novios pero siempre les saca algún defecto, tiene miedo a comprometerse. Es independiente y solitaria.

Un día Lucía le comenta a Rocío que podían apuntarse a un curso de pilates, que hacen cerca de la empresa, para estar más cerca de ella fuera del trabajo y atreverse así a dar un paso adelante en el sentido de expresarle sus sentimientos.

Rocío accede y se matriculan después del trabajo.

Lo que parecía maravilloso para Lucía, se convierte en una tortura puesto que la tiene más cerca y en los vestuarios la ve desvestirse y ducharse, con lo que su deseo aumenta.

Rocío empieza a darse cuenta que Lucía se pone nerviosa cuando conversan y que a veces no le mantiene la mirada cuando están hablando.

Cuando pasa un tiempo es Rocío la que le pregunta a Lucía que qué le ocurre.

Entonces Lucía se arma de valor y le confiesa lo que siente por ella desde hace tanto tiempo.

Por fin ha soltado lastre.

Entonces Rocío le dice que para ella es solo una amiga, pero que no le cierra la puerta, que no sabe lo que pasará con el tiempo. Aunque ella no ha tenido nunca relaciones íntimas con mujeres.

Desde entonces Lucía descansa, pues es muy cansado vivir ocultando quien eres y se siente con fuerzas para gritarle al mundo que ella tiene otro modo de entender el amor que la mayoría.

Mucha gente se aleja de ella, otra la entiende pero a ella le merece la pena sentirse más relajada sin tener que fingir quien no es.

En cuanto a Rocío ya no siguen igual. Ella que no sabe en realidad lo que quiere, prueba a tener una relación sentimental con Lucía pero con la condición de que sea un secreto entre ambas.

Lucía lo piensa y cree que aunque está enamorada de ella, no quiere ocultarse más y le dice que prefiere que sigan siendo compañeras de trabajo, y piensa que a partir de ese momento cogerá el metro para volver del trabajo y dejará de ir a Pilates, hasta que se le vaya pasando el amor que siente por Lucía.


I.S.G.

LAS FLORES

Había un prado lleno de flores de todos los colores y formas.
Era un prado muy bello y extenso.
Desde lejos se veía como si hubiera una sábana hecha de retales de diferentes telas de colores y formas.
Las flores hablaban unas con otras y tenían su propia personalidad.
La margarita era sencilla, humilde y bonita.
Las rosas, sobre todo las rojas eran vanidosas.
Se creían superiores a las demás flores y no solían hablar nada más que entre ellas y con una jerarquía basada en los colores que tenían cada una de ellas.
El crisantemo era muy sensible, lloraba por cualquier cosa y las petunias eran muy elegantes.
Los claveles, por su parte, tenían mucho carácter, se enfadaban mucho entre ellos y odiaban a las rosas porque se sentían inferiores a ellas.
En realidad, les tenían envidia verde y viscosa porque los caminantes que pasaban por allí siempre se acercaban primero a los rosales.
A decir verdad, debían sentirse dichosas pues las rosas eran por su hermosura, las primeras en ser cortadas, mientras las demás flores disfrutaban de más vida aunque menos brillante.
Los niños sabemos que la envidia es así, no entiende de lógica, no se elige, ella te elige a ti un poco como el amor verdadero.
Un día pasó un señor y cortó una rosa roja, se clavó una espina la tiró y la pisoteó
Después fue cogiendo las demás rosas rojas, pues quería hacer un ramo para su mujer. De manera que dejó el prado sin una rosa roja.
Las demás flores se rieron y se pusieron contentas, porque las odiaban.
Pero más tarde se dieron cuenta que hasta las rosas rojas vanidosas tenían su propio encanto y sentido como parte del prado.
Así aprendieron que cada uno a su manera tiene su importancia, aunque no nos lo parezca.


I.S.G.  

FRANCISCO CABRERA -PINTOR-



Francisco Cabrera Selva, es un artista algecireño autodidacta, que ha sabido compaginar sus dos pasiones, la pintura y la escultura, con su vida personal y laboral, y que ha complementado su vocación recibiendo sus primeras clases de pintura en el año 2004 en la Academia de Javier Antolín, hasta continuar actualmente ejercitando su aprendizaje en la Academia de Arte de Juan Jiménez Zahara. Destaca su participación en varias exposiciones colectivas, como en la Casa de la Cultura Isidro Gómez de Los Barrios, además de haber tomado parte en la última concentración de Artistas Plásticos en Vejer de la Frontera.


Francisco Cabrera "emplea diferentes técnicas en la trayectoria de su formación autodidacta". Los trazos del pintor advierten un estilo figurativo lleno de colores. Los bodegones y paisajes representan las temáticas más comunes. Llama la atención el realismo con el que Cabrera inmortaliza en sus lienzos algunos de los lugares más significativos que ha podido contemplar. La exposición recoge instantáneas de las playas portuguesas, patios mallorquines y andaluces. Resalta la "profundidad que se puede observar en el patio de Tarifa" afirmó el pintor.



El artista supone un ejemplo de pintor emprendedor que se ha enriquecido de las bellezas que le rodean y de las técnicas que ha ido cosechando en su carrera como autodidacta.

Las imágenes de pinturas son Obras expuestas en Algeciras en la Sala de Exposiciones Rafael Argelés de la FMC Jose Luis Cano en agosto de 2011.

FJGB

JULIO

La mañana empezaba como de costumbre cuando sonaba el despertador y Julio se disponía a tomar la ducha, sólo que aquella mañana se encontró una botella de alcohol cuando iba hacia el baño y su hermano medio echado en su cama, de modo que tuvo que entrar en la habitación para recostarlo y comprobar que estaba bien a pesar de la intoxicación etílica que parecía tener. 
Luego de esto tomo el baño y salió a la panadería a comprar pan pero cuando llegó la panadería estaba con la reja echada y el panadero dentro parecía tener un soliloquio incongruente con muy mal aspecto. Así que sólo tomó café y algún cereal para desayunar y antes de salir para trasladarse en bus a su trabajo su hermano despertó y le profirió amenazas delirantes de modo que tuvo que entretenerse y suministrar un tranquilizante a su hermano para asegurarse que pasara la mañana tranquilo hasta que volviese de trabajar.



Esperando la segunda línea del bus, ya que la primera había ya pasado, un vecino de la zona empezó a preguntarle mientras esperaba que si sabía dónde estaba su hermana si él sabía que le había ocurrido porque él había estado en otro planeta, Julio más que estupefacto frunció el ceño y le comentó a este vecino que se fuese a casa y descansara. 
Julio cuando vio acercarse el bus pudo observar que daba bandadas y que el chofer estaba fumando hachís y que al entrar estaba una señora sentada, mal vestida y desaseada y que el chofer forzando el volante estampaba el bus contra un árbol, es entonces cuando Julio se despertaba de la pesadilla respirando casi aliviado y cuando sonó el despertador Julio se disponía a tomar la ducha, Julio era un trastornado mental con un largo historial de Psicosis y consumo de estupefacientes que debía medicarse continuadamente.

FJGB