Mi piso se
encuentra situado en una gran pendiente.
La
urbanización se compone de ocho pisos apiñados de ocho plantas.
Si quieres
subir tienes obligatoriamente que subir bastantes escaleras o en su caso una
rampa.
No puedes acceder
cómodamente.
Cuándo la ves
desde abajo la cuesta te parece muy larga.
Imagínate que
has comprado en el supermercado y tienes que subir con las bolsas a pie. Cosa
que tendrás que hacer asiduamente, si no tienes automóvil.
Entonces no es
que la cuesta te parezca larga, es que notarás que lo es.
Por desgracia
actualmente no te suelen ayudar los hombres con el peso, si no eres una mujer
bonita y joven. Aunque siempre hay excepciones.
Por lo
general, llegas con las bolsas y con la lengua afuera al portal.
No les he
dicho lo mejor, que la puerta del portal suele estar estropeada y te la tienes
que ingeniar para abrirla.
Cuando
consigues abrir la puerta y meter las compras, rezas un Ave María para que el
ascensor no esté averiado. Aunque a decir verdad cuando se estropea lo
arreglamos rápidamente, por la cuenta que nos trae.
Entonces abres
por fin tu puerta, pensando que debías haber comprado menos o ir al gimnasio
más.
En cuanto a
los automóviles.
No hay
aparcamiento suficiente y los conductores incívicos, que son la mayoría, se
sitúan en doble y hasta en tercera fila,
con los consiguientes pitidos y enfados.
Para subir en vehículo
aquello parece un rally.
Por suerte, su
situación no es mala, está situada a diez minutos andando del centro y no es
una barriada conflictiva.
Es lo mejor
que pudo pagar mi bolsillo en su momento.
No obstante,
después de todas las dificultades, las casas por dentro están bastante bien.
Ustedes dirán
¿Por qué cuenta esto? ¿Qué nos importa? ¿Nos quiere realquilar una habitación?
No es eso, es
para contarles que no me iría nunca de allí, salvo enfermedad o con los pies
por delante.
Porque para mi
representa una metáfora de mi vida, hay muchas dificultades en un principio pero
se van superando.
Son corrientes
a primera vista.
Pero si
quieres entrar, están bastante bien y si están bien decorados pasan por unos
buenos pisos.
Claro que a
mucha gente no le interesa superar los problemas de entrada o los ven feos.
Ellos se lo pierden.
I.S.G.