ENTRADAS PRINCIPALES

jueves, 27 de julio de 2017

LAS FLECHAS DE CÚPIDO

    
Habrá mujeres que tienen muy claro cuando están enamoradas.

Yo cada vez dudo más.

Cuando un hombre me trata con cariño, se preocupa por mi.

Da igual que sea el jorobado de Notre- Dame, o no sea mal parecido, nació una decada después que yo o peina canas.

El problema es que parece que yo no soy del agrado de ninguno, me consideran simpática pero nada más.

Debo tener un defecto de fábrica, porque sin ser una diosa yo no me veo tan mal y yo no busco a  Brad Pitt, en sus buenos tiempos.

A lo que ibamos, si alguien del sexo opuesto, me escucha cuando me encuentro de bajón, caigo rendida a sus pies.

Si por ejemplo me anima a hacer actividades que él también hace, quizás solo por comentar algo, o habla de temas que me agradan y conozco o porque no, cuando alguien es un seductor y es su modo natural de actuar ante una fémina. Ya creo que me tocó la lotería del amor.

Otra cosa que me ocurre es que se me nota tela que esa persona me gusta, me quedo mirándole más tiempo del preciso, me hace mucha gracia cualquier comentario que hace y casos más graves.

Si no está suficientemente claro, no es la primera vez que le digo que bebo los vientos por él a bocajarro.

Mi experiencia me dice, que si no eres bella, que entonces lo tienes todo ganado sin tener que abrir  la boquita (se me nota la envidia), el clásico de toda la vida de esperar a que él se acerque sin dar demasiadas pistas es lo más acertado aunque todos  y todas somos muy modernos.

Así que a partir de ahora haré propósito de enmienda e  intentaré razonar con el cerebro y no dejarme llevar por los sentimientos.
I.S.G.