Existe una legislación en
materia de protección del medio ambiente con los principios medioambientales
que deben regir las actividades de las empresas: como una depuradora de aguas
residuales. Ya en pleno siglo XXI la sensibilidad deja paso a la
responsabilidad. El futuro del planeta depende de la capacidad para garantizar
la agricultura y la seguridad alimentaria, optimizar el uso de recursos
naturales, reducir el impacto medioambiental, preservar un recurso natural tan
importante como es el agua y la energía y los recursos naturales.
Reducir las emisiones de
gases efecto invernadero: La emisión de
gases a la atmósfera generan diversos tipos de residuos como las
emanaciones de CO2 ocasionando el calentamiento global por la emisión reteniendo
el calor.
Los glaciares se están
derritiendo, el nivel del mar aumenta, las selvas se están secando y la fauna y
la flora lucha para seguir este ritmo. Causados por la actividad
humana en todos los órdenes: Industrias de todo tipo y el consumo.
Reseñar que actualmente en
la clase obrera son muchas las personas que viven o conviven con dos o a lo más
tres y que trabajan, ante esta situación las empresas de alimentación dirigen
su marketing empleando envases pequeños que contienen una o dos raciones
(generalmente de plásticos) lo que multiplica por tres la contaminación de
estos residuos.
También reseñar la
fabricación de los pañales desechables que aunque debidamente reciclados pueden
resultar un problema, también resulta un problema que no sean desechables ya
que el uso de detergente, agua y energía para su limpieza y posterior desecho
también contamina.
Imprescindiblemente lo mejor es seguir las
recomendaciones que acuerdan los gobiernos para que nuestro hábitat siga
siendo, eso mismo, nuestro hábitat.
FJGB