TOROS SÍ, TOROS NO
No soy fánatica de los toros, pero reconozco haber asistido
a dos novilladas y haber disfrutado.
Entiendo la controveerssia entre taurinos y no taurinos.
La fiesta del toro tiene una mágia que fascina, una estética
fantástica, los pases, las banderillas, el estoque... pero luego llega el
momento en que sufre el toro.
Confieso que lo pasé mal, que sentí pena.
Entiendo a los taurinos y a los no taurinos, pues yo he
disfrutado de esas dos novilladas con una ambivalencia en mi interior, la
belleza del toreo y la muerte del toro.
Maricarme Gomez C,