ENTRADAS PRINCIPALES

martes, 22 de mayo de 2018

EL GIGANTE EGOÍSTA

Les voy a resumir un cuento de Oscar Wilde, que me parece muy bonito. Se llama “El gigante egoísta”.

Oscar Wilde fue un escritor, dramaturgo y poeta.
Nació en la época Victoriana tardía en 1854, en Dublín, Irlanda.
Fue una celebridad en su época por su ingenio.
Hoy en día es recordado por sus epígramas, sus obras de teatro y la tragedia de su encarcelamiento por homosexualidad.
Sus obras más notables son:
Su única novela “El retrato de Dorian Gray” y su obra de teatro “ La importancia de llamarse Ernesto”.
También hizo unos cuentos que para mi son muy bellos, este es uno de ellos.
Espero que les guste.


EL GIGANTE EGOÍSTA

OSCAR WILDE


Un gigante tenía un jardín muy grande y bello. El gigante se fue a visitar a su amigo el ogro, y por un periodo de siete años estuvo en casa de su amigo.
Durante su ausencia los niños al regresar del colegio pasaban la tarde en el jardín del gigante.
El gigante regresó a su castillo se molestó  y expulso a los niños de su jardín y lo cercó con altas muralla, y dijo “aquí solo me divertiré yo” y puso un letrero “se prohíbe la entrada bajo las penas legales correspondientes”, era un gigante egoísta.
Los niños ya no tenían donde jugar.
Los niños recordaban lo hermoso que era jugar en el jardín y caminaban junto al cerco del jardín.
Cuando llegó la primavera el país se llenó de hermosas flores, pero en el jardín del gigante egoísta seguía el invierno, en casa del gigante había viento, nieve, granizo, los pájaros no cantaban, el gigante egoísta asomaba su cabeza por la ventana y decía porque demora tanto la primavera.
Una mañana el gigante egoísta, acostado en su cama, oyó una hermosa música, pensó que eran los músicos del rey que pasaban por ahí, en realidad era un pájaro, hacía tiempo que no había oído a ningún pájaro en su jardín.
Por fin la primavera se dijo, saltando de su cama, asomo su cabeza por la ventana y vio a los niños jugando, trepando en las ramas, y los pájaros cantaban.
los niños habían entrado por un agujero del cerco del jardín.
Todo era precioso el invierno había desaparecido, pero en un rincón del jardín permanecía el invierno, había un niño muy pequeño que lloraba porque no podía trepar en las ramas, y por más que intentaba no podía porque era muy pequeño.

El gigante egoísta se dijo ¡Qué egoísta he sido!, desde ahora mi jardín será para los niños. Caminó hacia los niños pero ellos al verlo huyeron, solo el niño pequeñito no huyó porque no le vio venir, por tener los ojos llorosos.
El gigante egoísta le tomó al niño pequeño y lo puso sobre el árbol, y el árbol floreció, los pájaros vinieron y el niño extendió sus brazos y rodeo el cuello del gigante, los otros niños al ver esto, regresaron y todos jugaban en el jardín del gigante egoísta, pero ahora el gigante egoísta ya no era malo.
Los niños jugaron toda la tarde  y por la noche fueron a despedirse del gigante, él les preguntó por el niño a quién él había subido al árbol, no sabemos respondían los niños; díganle que venga decía el gigante. Nunca lo hemos visto respondían los niños.
Él gigante extrañaba al niño pequeñito porque era su primer  amiguito.
El gigante envejeció y ya no jugaba con los niños, solía pasar las tardes sentado en su sillón, viéndolos jugar .
El gigante murió y se fue al paraíso y el que le recibió fue el niño a quién ayudo a trepar sobre el árbol.
Los niños encontraron su cuerpo bajo el árbol, cubierto de flores blancas.



I.S.G.