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martes, 3 de abril de 2018

EL PARQUE


En un parque de cualquier ciudad estaban jugando en los columpios dos niñas pequeñas.

Hablaban de muchas cosas, entre otras de que querían ser cuando fueran mayores. Una de ellas, Lucía decía que quería ser azafata de vuelo, la otra comentaba que quería ser maestra.

Pili era más práctica que Lucía pues no había visto nunca una azafata pero si una maestra pues iban al colegio.

Lucía era la más risueña y presumida de las dos, siempre estaba peinándose y atusándose el pelo, que era cobrizo.

Por su parte, Pili no se fijaba mucho en su aspecto, vestía lo que su madre le ponía y no rechistaba, cosa que no era muy habitual entre las niñas de su edad.

En cambio era muy respondona y quería tener siempre la razón.

Eran vecinas, sus madres eran amigas y las llevaban al mismo colegio, que quedaba cerca de casa.

A Lucía no le gustaba estudiar, la profesora le decía que siempre estaba en la luna de Valencia.

Pili en cambio, era muy responsable, le gustaba ir a clase y aprender cosas nuevas, pero lo que de verdad le gustaba era hablar con sus compañeras.

De manera que le decían “Pili la habladora” y la castigaban frecuentemente con escribir cien  veces: “En clase no se habla”.

Pero la cosa quedaba ahí, no tenía mayores consecuencias.

Un día la familia de Pili cambio de residencia y se fue a Sevilla, Lucia siguió viviendo en el mismo sitio, así que perdieron el contacto.

Un día se encontraron en su ciudad, ya no eran niñas y se besaron y se preguntaron que había sido de su vida.

Lucía se había casado y tenía dos niños, había trabajado en un supermercado muy conocido, pero la despidieron cuando quedó embarazada de su primer niño.

Pili era maestra, como siempre quiso, pero le comentó que la realidad no es la ficción y que a veces deseaba no haber elegido esa carrera. Era interina y con la situación laboral actual debía estar contenta.

En cuanto a hombres, no había tenido mucha suerte, no había cuajado con ninguno apenas flirteos.

Vivía sola y le dijo entre risas que cualquier día iría a algún programa de la televisión para encontrar novio.

Se despidieron con un abrazo y esta es una historia que podría ser la de dos amigas cualquiera.
I.S.G.