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martes, 6 de febrero de 2018

EL ÚNICO CAMINO

Antonio, un joven luchador y sensato, había dejado el camino que lo alejaba de la aldea, se adentraba en el bosque del monte, iba camino de la sierra a entregar a los leñadores del monte una carga de sal, a cambio de veinticinco monedas, que le había ayudado a cargar su hermana Bernarda a un mulo con el que intentaría hacer el camino.

Su padre muerto recientemente era quien debía hacer la entrega. Antonio se adentraba en el bosque y recordaba como el padre le decía que quien ve sombras es asechado, cuando vio su propia sombra y pensó: coger el camino que ataja el bosque solo me hará tardar dos días y podría comprar el ungüento que necesita mi hermano pequeño para la ulcera antes de que se marche el médico de la aldea. Pero el bosque es infranqueable con un animal de carga y volvió atrás. El camino del corazón.

Pensó en subir el camino de la ladera que le haría estar de vuelta en cuatro días, tiempo suficiente para entregar la dote a los padres de Cecilia, una joven aldeana que amaba y a quien otro joven desposaría si él no conseguía estar de vuelta antes en la aldea pero el asno estuvo cerca de caer y perder toda la carga, de forma que desistió seguir. El camino de la pasión.

Por el río tardaría ocho días, no podría comprar el ungüento para el hermano, ni desposar a Cecilia, pero obtendría las suficientes monedas para poder abastecerse el invierno y Bernarda, su hermana, no tuviera que trabajar como sirvienta en la hacienda cerca de la aldea cuya familia tienen tierras y ganado y cuyo uno de sus hijos pretendía a Bernarda en matrimonio, pero el río llevaba bastante caudal y amenazaba llover así que decidió volver a la aldea. El camino de la razón.

Hasta que pasara el invierno no podría llegar a la sierra, resignado puso a cubierto al animal y guardo la sal en un lugar seco, el cielo empezó a tronar, se echó a descansar desolado, pero llegó Bernarda y le dijo que se había prometido con el hijo del dueño de la hacienda cerca de la aldea y que éste  había comprado el ungüento para su hermano y que lo emplearía a él en las tierras, Antonio se alegró y pensó que sobrevivir, el único camino.


FJGB